Superó el cáncer y ahora inspira con su prótesis

Con un ánimo inquebrantable, Maria Teresa inspira con una sonrisa a todas las personas de la Corporación durante su cita. Cuenta que la amputación no ha sido una razón para dejar de trabajar, por el contrario, espera la prótesis con ansias para seguir dedicándose a su labor con esmero.

Con un gran amor a la costa colombiana, ella trabaja organizando paseos turísticos a Coveñas y otros destinos de sol y playa. Además, brinda hospedaje en Medellín con una deliciosa oferta de comida tradicional de Córdoba, su departamento natal. “Me gusta preparar todos los alimentos, me gusta organizar las carnes, rellenar y los sancochos de allá de mi tierra, de la costa, buenas comidas de por allá”, cuenta emocionada al recordar los sabores costeños.

Durante el 2021, Maria Teresa fue diagnosticada con un sarcoma en los tejidos blandos, un tipo de cáncer capaz de manifestarse en cualquier parte del cuerpo, y que en el caso de ella, apareció en su pierna derecha. Gracias a la avanzada tecnología y el conocimiento de los médicos, ella agradece al personal de la salud que la atendió, pues cuenta que le salvaron la vida, a pesar de que tuvieron que amputarle su pierna por encima de la rodilla. “Mi familia me ha apoyado mucho, porque esto no es fácil, perder un miembro no es fácil. Entonces he tenido apoyo de amistades y de mi familia, gracias a mi Dios, que toda la fortaleza de todos y la mía también, porque yo misma he puesto un esfuerzo, porque es horrible, da mucha nostalgia, da todo”, expresa Maria Teresa.

A comienzos de 2022, ella vió una publicación sobre Mahavir Kmina y la esperanza de volver a caminar, sin la ayuda de muletas y caminador, se sintió con fuerza, por lo que no dudó en decirle a su hijo Manuel, que le ayudara con la solicitud de la prótesis. Como el mejor regalo, su hijo la sorprendió en el día de la madre con la noticia de que tenía la cita en la Corporación. El lunes siguiente, llegaron a las 7:00 a. m. y tuvieron las revisiones con el psicólogo y el médico especialista en medicina física y rehabilitación, quien notó que en ese momento, Maria Teresa tenía el muñón inflamado, razón por la cual tuvieron que posponer las medidas y entrega de la prótesis. Antes de regresar a la casa, el médico de Mahavir Kmina, le sugirió algunos ejercicios, además mantener su muñón en reposo y una posición que le permitiera bajar la inflamación.

Dos meses después, fue citada, nuevamente, para la fabricación y adaptación de la prótesis. En esta ocasión, se aseguró de cumplir las recomendaciones del doctor, por lo que cuenta que tuvo que disminuir el trabajo en la cocina, “aunque tenía quien me ayudara, a mí me gusta trabajar, pero la pierna se me estaba inflamando mucho, porque la colgaba, ahora tuve mucho cuidado y me ponía la venda. Apenas me pongan la prótesis, ya sigo tomando el camino y aspiro seguir más adelante con mi negocio”. Además, este tiempo le sirvió para enfocarse en los buses turísticos, trabajo que puede hacer desde el celular y le permitía reposar el muñón.

Mientras espera que le traigan la prótesis, en uno de los cubículos de la Corporación, aprovecha para agradecer y demostrar la felicidad que siente por esta nueva oportunidad. “La expectativa que tengo es volver a trabajar con ánimo, fuerza y fortaleza. Hay muchas cosas que no puedo hacer por ahora y me toca pedir el favor, hay que darle gracias al Señor porque tengo prótesis, porque aunque no es el miembro que perdí y no lo reemplaza, es una ayuda”, reconociendo que la adaptación hace parte de un proceso que toma tiempo.

Maria Teresa quiere que su experiencia sea un ejemplo de superación para aquellas personas que sienten dolor por la pérdida de una extremidad, es por esto que expresa, “uy tengo unos agradecimientos, que yo voy a trabajar para mandarle a esta fundación todo lo que pueda, porque estoy muy agradecida. A las personas que están amputadas y no conocen a Mahavir Kmina, les digo que no se sientan mal, que hay seguir adelante, que Mahavir Kmina es una fundación, una ayuda y lo pone a caminar”.