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Nicolás sueña con un mundo mejor

Esta es la historia de un niño muy particular, pues nadie se alcanzaría a imaginar todos los sueños que ha planeado a su corta edad. Con apenas 13 años, ya tiene muy claras las metas y los sueños que quiere cumplir. Como siempre ha demostrado que logra lo que se propone, todos en su familia creen en él y aseguran que cumplirá todos sus propósitos.





Era tan solo un niño de 6 años, cuando llegó a Mahavir Kmina para recibir su primera prótesis, en el año 2013. Desde entonces, ha podido disfrutar su niñez con normalidad, jugando, corriendo con sus amigos y practicando sus deportes favoritos, como el fútbol y el baloncesto. “Con mi prótesis puedo hacer de todo, prácticamente puedo hacer todo lo que necesito”, cuenta Nicolás, quien usa su aparato ortopédico desde que se levanta hasta que llega la noche y va a dormir, agregando que ha sido su gran apoyo, permitiéndole ir a la escuela, todos los días, caminando.


Han pasado 7 años y Nicolás ya ha recibido 5 prótesis de la Corporación. Hoy en día, cursa séptimo grado en el colegio y su materia favorita es ciencias sociales, pues aprender sobre otras culturas, y conocer los mapas de los diferentes países es todo un mundo de diversión para él. Su destino soñado es México, porque le encantaría conocer la cultura, sus paisajes y probar la auténtica gastronomía mexicana que tanto le gusta.


Uno de sus más grandes anhelos es estudiar derecho, “para defender a las personas que van a la cárcel injustamente y son encerrados”, comenta. Gracias a su gran corazón, que siempre lo lleva a pensar en un mundo mejor y más justo, también tiene otros grandes sueños, entre ellos, ayudar a las personas que más lo necesitan, en la calle, asilos, orfanatos y hospitales. Pero su mayor deseo, en el futuro, es crear una fundación para la protección animal, pues en su casa tiene un perro de mascota y gracias a él siente este amor tan grande por los animales.


Para él nada ha sido imposible y con su valentía ha demostrado que todo lo que se propone, lo logra. Al pensar en otras personas que han perdido una o ambas piernas, comparte unas lindas palabras y les envía un mensaje de aliento y motivación, diciéndoles, “que sigan para adelante, que nunca se rindan y que la vida sigue, la prótesis puede apoyarlos para mejorar todo lo que hagan”.


“Mahavir Kmina es una fundación muy buena, porque ayuda a cientos de personas que necesitan una prótesis como yo”, expresa Nicolás, pues sabe que seguirá contando con el apoyo de la Corporación, incondicionalmente. Con su ejemplo quiere inspirar a otros niños, para que siempre se atrevan a perseguir sus sueños, sin importar los obstáculos que aparezcan en el camino, porque aunque a veces no sea fácil, tener pensamientos positivos y la mejor actitud, es la fórmula secreta para alcanzar todos los objetivos.


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