Niña venezolana obtiene prótesis gratuita en Colombia
Darlys, una niña de ocho años, fue amputada de su pierna derecha cuando era una bebé. Frente a la crítica situación social y política que afronta Venezuela, ella y su familia se unieron al Éxodo de miles de venezolanos que han migrado a Colombia persiguiendo el sueño de una mejor vida. Aquí, encontraron a Mahavir Kmina, una organización sin ánimo de lucro que le donó a la niña la prótesis que necesitaba para volver a caminar.
Cuando se trata de romper el hielo, pocas cosas son tan efectivas como una sonrisa; algunas de ellas, las que gozan de una honesta naturalidad, son tan poderosas que pueden ablandar hasta el corazón más duro. La sonrisa de Darlys es una de esas.
La pequeña niña es una de los más de 900.000 venezolanos que han migrado a Colombia en los últimos 20 años por la cada vez más lamentable situación política del vecino país, esto la convierte en parte del Éxodo más grande jamás antes visto en el estado más al norte de América del Sur (2017, marzo 30. Venezolanos, la migración más grande en la historia del país. EL TIEMPO. Recuperado de https://goo.gl/9HVV2h).
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“En Venezuela ya no se puede vivir, vinimos hasta aquí en búsqueda de una oportunidad para sacar adelante a nuestros hijos”, dice Deilys, la madre de Darlys, cuando le preguntan por los motivos que los trajeron a ella y su familia a Colombia. Sin embargo, más allá de la búsqueda de un empleo estable o un entorno más pacífico para vivir, el motivo primordial que los llevó a dejar atrás a Caracas, su hogar, fue Darlys.
La pequeña Darlys, que ha cumplido ya ocho añitos, nació con una extraña malformación en su pierna derecha; motivo por el cual debió ser sometida a una intervención quirúrgica, cuando tenía dos años de edad, que concluyó en la amputación parcial de su pierna.
“En Venezuela no hay medicamentos, mucho menos prótesis de piernas”, comenta Deilys. No obstante, el deseo de brindarle a Darlys una oportunidad para tener una infancia normal no era razón suficiente para abandonar el país, pues las prótesis son muy costosas y la familia de la niña nunca creyó contar con los medios para darle una a la pequeña:
“Ella ha tenido prótesis desde los dos años, pero antes nos las entregaba nuestro seguro médico; ahora, con Maduro en la presidencia, el sistema de salud venezolano es un caos. Cuando la prótesis que tenía empezó a deteriorarse, nos asustamos, no teníamos idea de qué íbamos a hacer, entonces nos enteramos de Mahavir Kmina”, relata Deilys.
Con grandes dificultades, las llamadas internacionales están restringidas en Venezuela, la familia de Darlys pudo entrar en contacto con la Corporación Mahavir Kmina, una organización sin ánimo de lucro que fabrica prótesis de piernas y las brinda gratuitamente a cualquier persona que las necesite, y cuyo centro de atención está ubicado en Medellín, Colombia. Fue entonces cuando Deilys descubrió que no todo estaba perdido.
En cuanto se confirmó como hecho que la pequeña y dulce Darlys sería beneficiada por Mahavir Kmina, Deilys y su esposo no lo pensaron dos veces e iniciaron los preparativos para dejar atrás el mundo que conocían. La familia llegó poco después a Medellín y se instaló en Villanueva, uno de los barrios más concurridos del activo y ruidoso centro de la ciudad. Sin embargo, los planes no resultaron tal cual los imaginaban y la falta de oportunidades obligó al padre de Darlys a abandonar a su familia y viajar hasta Barranquilla, donde consiguió trabajo cuidando una finca.
Para Deilys, la situación no ha sido distinta. “Yo trabajaba como manicurista en Caracas; ya llevamos aquí dos meses y no he podido encontrar una oportunidad laboral”, dice ella. Además, ahora que su esposo está ausente, toda la responsabilidad de la crianza de sus hijos recae por completo sobre ella.
Por lo menos, ahora tiene una razón menos de qué preocuparse, porque gracias a Mahavir Kmina, Darlys no solo obtuvo una prótesis que reemplace su pierna, también ganó una oportunidad para tener una niñez más autónoma y feliz. “Estoy muy agradecida con la Corporación y sus benefactores porque le han dado a mi hija la oportunidad de ser una niña especial con una vida normal”, expresa con gran alegría.
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Por su parte, Darlys está feliz de poder regresar al colegio, ya está cursando el tercer año de la básica primaria, y de volver a jugar fútbol, su deporte favorito. Cuando le preguntamos qué quería ser cuando fuera grande, ella respondió: “quiero ser doctora, para ayudar a otros como esta institución me ha ayudado a mí”.
Como a Darlys, la Corporación Mahavir Kmina les ha brindado a más de 3.500 personas una oportunidad para recuperar su movilidad, su autoestima y su independencia. Esta obra, sin embargo, no sería posible sin el apoyo de todos nuestros benefactores y, por ello, estamos profundamente agradecidos.
